Debemos reconvertir todo lo que nos han enseñado: Planta un hijo, tén un árbol, lee un pinche libro...

miércoles, 26 de octubre de 2011

La verdad es solo una mentira más

¡Prístino, original, simple hasta la nimiendad! Así debería ser nuestro comportamiento, de esa manera deberíamos de conducirnos cada día de nuestras vidas porque la verdad, es solo eso, una palabra hueca que ha perdido su sentido e invade los terrenos de lo falaz. Los embusteros gobiernan a éste mundo y el combustible de su andar, es alimentado por la gente ingenua y cobarde por no hacerse respetar.

Vale más una palabra comedida y engañosa, que cualquier hecho contundente; importa más una apariencia hipócrita, disimulada y maquillada, que una realidad objetiva en la búsqueda de la singularidad. La mayoría de las personas solo buscan la aprobación del otro, del otro, siempre del otro y sin importar la falta de respeto que se comete en contra de esa divina individualidad con la llegamos a este planeta.

Sé que no puedo cambiar al mundo, pero a la vez estoy seguro de que no pierdo nada con intentarlo. En ocasiones es más prudente guardar silencio ante la estulticia y evidente busqueda de aprobación de la gente que nos rodea. ¿Quién no se ha sentido incómodo ante la plática de un conocido que opina mierda acerca de cualquier asunto (sin argumentos sostenibles de por medio) y se sabe de antemano que sería una pérdida de tiempo el intentar mostrarle otra ruta, otro sendero?

El silencio es una buen recurso para zafarse, al menos para la gente que se da cuenta de que dicho silencio es insultante por evidente, pero que termina por ser a fin de cuentas, eso mismo: solo una simple salida que lleva a ningún lado.

Tratar de explicar con calma cualquier situación que nos atañe y nos repercute negativamente en la cotidianeidad de la vida que vivimos como seres humanos, resulta igual de ingente. Todo mundo tiene prisa, nadie contempla la calma y mucho menos la quietud necesaria para escuchar algo más allá de lo que una sociedad insulsa nos ha inculcado hasta el tuétano. Es preferible seguir a toda prisa y hacia ningún lado, que detenerse a reflexionar con toda sinceridad para aceptar que en el fondo somos seres quejumbrosos y por lo mismo patéticos.

Bajo estos términos es difícil cambiar las cosas y la verdad, creo que ya sobre-volé esa etapa quijotesca en que quería cambiar al mundo, textual y mágicamente. Diría un gran filósofo griego que si se quiere realizar dicha tarea, debemos comenzar a cambiarnos a nosotros mismos; pero en el país donde vivo, los filósofos de cualquier especie no alcanzan para explicarle a la gente que somos algo más allá que simples monos desnudos.

Hoy, por extrañas razones (motivadas por el comportamiento de gran parte de las personas que me rodean, no todas, que quede claro), recordé a Charles Bukowski y a una de tantas de sus frases heredadas para la posteridad:

"Al carajo con la verdad. El estilo es más importante: cómo hacer una por una cada cosita."

Tómese este escrito como el andar de una de esas "cositas" por hacer y ya de paso, como un tributo a la sobriedad que puede contener tanta crapulencia dentro de un mal llamado "poeta maldito"... ¡Salud!

FIN

viernes, 14 de octubre de 2011

Sexo, Dios y el Diablo

"Sexo, Dios y el Diablo", palabras subjetivas y como tal, relativas, propias, peculiares dentro de la intrínseca psique humana. No entiendo el porqué de que estas tres palabras se rebelen como un llamativo aparador para llamar la atención de los incautos.

Dios, es y constituye un antagonismo sobre el Diablo y visceversa, el cambio de los factores no altera el producto; dictaminan a fin de cuentas, una férrea lucha y conclusión matemática que deja descobijado a un pobre incauto llamado Ser Humano.

El Sexo ejemplifica el siguiente factor que llama la atención y nos atrae de manera inherente... ¿Quién no piensa en él? Ó al menos en su sano juicio: "¡¿Quién no piensa en él?!" (Y no supongamos que un monje budista se escapa ante tal realidad). ¡Todos somos humanos!

Nosotros, los Seres Humanos, somos como cucarachas ignorantes y edonistas a la búsqueda de nada. Nos encanta vibrar entre deseos, de un lado y otro, entre el bien y el mal, entre lo malo y lo bueno y sin detenernos a recapacitar que simplemente nos encontramos a la mitad de una lucha entre dos seres titánicos y a todas luces imaginarios... ¿El Sexo es malo ó es bueno?

Personalmente considero que puedo cambiar de opinión en el momento que lo desee y lo quiera. ¿Por qué no he de poder hacerlo si la materia misma de lo que estoy hecho puede cambiar bajo las leyes de la física y que gobiernan este Universo para convertirse en líquidas y/o gaseosas a su gusto y conveniencia? (Según se necesite).

Dios no es mas que un verbo que conjugamos yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos... entre conjugaciones abstractas... ¿Y con el Diablo? ¿Qué sucede? ¡Es lo mismo!, pasa lo mismo. Solo conjugaciones de verbos entre pronombres personales engañados y convencidos por un ente u otro, según la creencia y el caso.

No lo sé, me encuentro en medio de este par de granujas incongruentes y güevones. Se olvidaron del Sexo, entre su lucha y su conflagración para saber quién se queda con nosotros, se olvidaron de ello. Cuando se dieron cuenta, estimaron con uno y otro de nuestra misma especie, una especie de complot para convencernos de que tal "acto" es "bueno" o es "malo"...

Según mi experiencia y muy personal, el Sexo me conlleva como herramienta para un sin fín de motivaciones que me transladan a algo que escapa de lo bueno y lo malo. Puede ser bueno, puede ser malo, ¿quién lo sabe? Yo lo sé, porque al llevarlo a la práctica, me doy cuenta de que el Diablo es bueno, Dios es malo (¡nada cambia!) y yo decido porque al final de cuentas disfruto de la libertad que me otorga la individualidad que se les escapó por estar disputándonos como en un juego de azar.

El Sexo es como una naranja cuando la comemos, para algunos es agria y amarga, para otros es dulce y acaramelada. La naranja no tiene la culpa y tampoco nadie se encuentra errado o en lo correcto. Una naranja es redonda, nadie puede discutir lo contrario y eso, eso es una realidad que se escapa a cualquier tipo de razocinio...

FIN

domingo, 2 de octubre de 2011

Tiempos violentos

La mañana es fresca, el agua de la regadera es más fría de lo acostumbrado; ése es el termómetro natural que utiliza para descifrar temperaturas ambientales al sentirlas en su cuerpo cada mañana, debajo de la ducha.

El aire fresco al abrir la puerta para encender el auto, constituye la siguiente y monótona etapa de un nuevo día, y claro está, el disfrute necesario de sentir dicho aire fresco frente a su rostro para sentirse vivo, para sentir que la noche anterior que deslumbró en sueños, era solo eso, solo sueños.

La vida en ocasiones y más que en ocasiones, significa un sinfín de definiciones que dan sentido a una o más personas a la búsqueda de nada; a algo parecido a un pescado en estado de descomposición y con los ojos bien abiertos. También existen quienes la miran de la manera contraria, soñadores que terminan fantaseando en demasía y sin poner en práctica sus sueños.

Una mariposa suicida atraviesa la carretera a la espera de chocar contra el parabrisas de un auto y así mismo, ejemplificar con su acto, una metáfora desabrida de lo que sucede en este perro país en donde su puta realidad (junto con la justicia y de la mano) se han tomado unas vacaciones indefinidas.

Aquí pasa de todo y a la misma vez no pasa nada. Ayer asesiné a dos arañas y los grillos brincan alegres acompañados de una plaga que han creado para sí mismos y con mi ayuda; dos depredadores naturales ya no los persiguen. Un candidato a la presidencia municipal de no sé dónde, se prepara para bombardear con promesas a toda una horda de incautos parroquianos.

La vida sigue su curso, huele bien, pero a la vez apesta (¡!), todo depende de cómo se vea, o en el caso de este escrito, se pueda oler. En las escuelas no enseñan nada, excepto a callar, obedecer y eso, en realidad no es aprendizaje. Los árboles se doblan en ángulos de 45 a 38 grados, supongo, por el viento que arrecia sobre ellos.

Las golondrinas no tienen memoria, lo he comprobado. Podrán emigrar miles de kilómetros a la búsqueda de climas calurosos y propicios para su desempeño natural y regresar después, pero son incapaces de encontrar la salida de una jaula con las puertas abiertas en dónde se han metido; hasta parecen humanos.

Hoy no leí el periódico, tiempos violentos atiborran la realidad de este país hermoso. A cambio, decidí escribir este escrito sin sentido, anecdótico y atiborrado de incongruencias. A fin de cuentas, de eso se trata la vida… ¿No lo creen?

FIN

sábado, 24 de septiembre de 2011

La sexualidad divina

No puede ser posible que Dios sea hombre, no puedo creer que detrás de tanta magnitud los humanos sigan pensando que ese señor es precisamente eso, un "señor". La religión es machista, al menos la que nos han impuesto en las culturas modernas; la variedad del politeísmo antiguo y su pluralidad, ha sido destruída y sustituida por intereses mezquinos, ajenos, nada comunes y materialistas.

No entiendo para qué necesitan dinero quienes ostentan el liderazgo de todas y cada una de las religiones que hoy en día constituyen a instituciones a todas luces corruptas. El pensamiento humano cada día se sigue yendo al drenaje, ya nadie se acuerda de los grandes pensadores de nuestra historia y mucho menos de su legado.

De manera abstracta, la mujer entra en el término "hombre" cada que se utiliza la consideración misma. ¿Quién se atreve a cuestionar la sexualidad de éste ente místico? "Dios" no tiene la culpa, a fin de cuenta es solo un invento ansiado por el ser humano para acudir a él cuando se siente desgraciado y a la búsqueda de un ápice de ánimos y confortación.

Dios es más que un instrumento de manipulación inventado por intereses de seres sin escrúpulos. Dios es más que lo que nos dice cualquier creencia, religión o iglesia. Dios es más que solo un personaje mágico que se encuentra en todos lados como si se tratara de una enorme y magnífica sociedad anónima de capital variable. Dios es un todo que no termina por convencer a quien cree en él. Dios no es hombre, pero tampoco me atrevo a asegurar que sea la contraparte, no lo conozco en persona, no tengo el desagusto, aún.

Los antiguos filósofos griegos pensaban que Dios era más que un ente inventado por ellos mismos, eran tan sabios que se atrevían a pensar más allá de lo cuestionable y por lo mismo discernían acerca de la sexualidad divina. Los griegos antiguos, estaban seguros de que Dios mantenía y tenía dentro de sí mismo, una parte femenina, no quisieron meterse en problemas, no quisieron hacerlo, o más bien no se atrevieron a asegurar lo contrario.

Dios no es hombre, al menos para mí, soy humano, un ser iperfecto y por lo mismo con el derecho a cambiar de opinión y equivocarme a la vez. Los griegos antiguos inventaron un nombre para definir su parte femenina, eran simples y a la vez categóricos. Sophia, ó Sofía, fue el apelativo para definir dicha parte y ambivalencia. Sofía en griego, significa SABIDURÍA.

Dios es mujer, estoy seguro de ello y a la vez no lo entiendo... ¿Para qué?

FIN

sábado, 3 de septiembre de 2011

El autoengaño por lo atractivo

El mundo es fálico, todo lo que se maneja dentro del mismo así lo es. Mantenemos la falsa idea de que la belleza o el concepto que entendemos por la misma, no va de la mano con la inteligencia. ¿Qué es la belleza? Un concepto, ¿qué es la inteligencia? Otro concepto... Entonces, ¿porqué dos simples conceptos se distancias demasiado el uno del otro?

¿Cuántos de nosotros nos consideramos realmente atractivos o "bellos"? ¿Cuántos de nosotros entramos en ese concepto inculcado por una sociedad  a todas luces materialista, egocéntrica y consumista? Podríamos decir que todos somos "bellos" bajo el aspecto de lo abstracto, pero no olvidemos que desde que nacemos, se nos inculca una aberrante complacencia por todo aquello que solo muestra su envoltura.

Al mundo lo motiva y mueve el dinero, el dinero es fálico y es así porque en realidad los hombres lo dominan a su conveniencia y antojo. La sociedad es machista y todo lo que nos venden es motivado por el sexo: "Trague, compre, venda, regale"... si usted no hace esto, usted es nadie, usted es más o menos lo mismo que nada.

Las personas "físicamente atractivas" o que entran en el concepto de la belleza, regularmente son imbéciles, bueno, como en todo, existen las excepciones, pero seasmos honestos, en su mayoría así se maneja toda situación relacionada a este escrito.

No sé, pero mi experiencia me dice que así es, ejemplo: 1.- Una niña bonita llega a una empresa a pedir trabajo, no sabe nada. Quien la entrevista se da cuenta inmediátamente de "sus cualidades" físicas y no duda en darle el trabajo para solventar futuros intereses sexuales. 2.- Llega un a mujer físicamente no agraciada o fea (bajo el concepto que venimos manejando) y con todas las credenciales que la acreditan para sustentar el puesto a ocupar, no es aceptada. La misma persona encargada de las entrevistas le da las gracias y en el mejor de los casos, le vende la falsa idea de que se "comunicará con ella en un futuro inexacto".

Honestamente siento lástima por aquellas mujeres que se dejan dirigir y controlar en este mundo fálico y dominado por los hombres. ¿No se dan cuenta ó simplemente se hacen pendejas para conseguir intereses materialistas y económicos? En lo personal, prefiero un gracias honesto y sincero por parte de una gordita de cantina al tratarla como lo que es, una mujer, y no por cualquier (amiga o conocida), "vieja bonita" que prefiere un regalo caro a una caricia o un trato caluroso, honesto y sincero.

Estamos de la chingada, el autoengaño por lo atractivo gobierna a este perro mundo... ¿Qué hacer al respecto?

FIN

viernes, 2 de septiembre de 2011

La selva mexicana

En la selva mexicana existe un orden que se supone salvaguarda el buen funcionamiento de la misma. La sociedad dentro de la selva constituye un estado monárquico en donde todos cumplen, o más bien mantienen, a un “rey”. El rey es el león, y este último no significa otra cosa que un simple y patético parásito que vive (¡y vaya que vive bien!) de la ignorancia y el miedo de todos sus súbditos que se lo permiten. Él los mantiene tranquilos con cuentos  místicos acerca de su postulación y del porqué él se encuentra en ese lugar, y no todos los demás. Pongámosle como nombre, “Presidente”.

Un ente llamado “Dios” ó mejor dicho, “cadena alimenticia”;  o mejor dicho, “voto útil”; o mejor dicho, “manipulación”… es el concepto que lo sustenta en su cargo viviendo ostentosamente y supuestamente a la cabeza de la misma para salvaguardar el bien, y eso sí, ni dudarlo, en la total y completa güevonez absoluta.

Debajo del rey, en la escala jerárquica, se encuentran otro tipo de “villanos”, por así decirlo, que comparten la misma especie y beneficios, claro está. Estos segundos se llaman leopardos y chitas; felinos en general pa’ que me entiendan. Carnívoros todos ellos y con ansias de comer y manipular al reino, a la sociedad en donde se desarrollan y así mismo se desenvuelven pegándose mordidas unos a otros, pero sin hacerse el mínimo de los daños. Pongámosle como nombre a estos segundos, el de “Senadores”.

Después, sigue otra especie similar, y digo similar, porque son los que con la misma vileza ostentan casi la misma situación jerárquica a la que les vengo platicando. Estos terceros son en realidad carroñeros; entes malignos, arribistas, animalejos que disfrutan del despojo como premio a su sumisión y apoyo hacia los dos primeros mencionados. Son como los buitres y las hienas, seres ventajosos. Supongamos que como nombre, llevan el de “diputados”.

Debajo de todos ellos coexiste un desparpajo absoluto llamado “pueblo”: changos, primates, reses de todos tamaños y sabores, carne de cañón haciendo ruido, escándalo y que a fin de cuentas  se tragan toda mentira concebida y por concebir.

Los primates hacen barullo, las reses, de todo tipo; seres gregarios a todas luces, se disgregan, se quejan, pero nunca llevan a cabo la promesa misma por “dejar de seguir siendo” lo que evidentemente son: adminículos, herramientas necesarias y obsoletas de intercambio, de manipulación y más manipulación para seguir manteniendo, para seguir sustentando en su lugar a sus verdugos. Con todas y cada una de sus concesiones…

Todos los cuentos deberían de preservar un final feliz; éste no. Pero tampoco debemos suponer que no existen o pueden existir los puntos intermedios. Desarrollémoslo en este momento: ¿Qué se nos escapa de todo ese reino? Sabemos de antemano el sonido que emite un chango, ¿no? Sabemos de antemano el sonido que emite toda esa fauna gregaria, buena para nada y parecida a las reses, ¿no?

¿Alguien sabe qué sonido emite una Jirafa?

Las Jirafas viven, son libres, se les tiene miedo. En pocas ocasiones se convierten en presa fácil de un depredador oportunista que vive en la misma selva. Ellas, “alti-altas”, nos miran desde arriba, guardan silencio, no dicen nada, nos observan y callan. Desde ese punto álgido, se dan a respetar en silencio. Digamos que son las intelectuales del reino, de la sociedad, de la selva.

Son como un escritor, son como un pobre diablo trabajando el intelecto en silencio y sin cesar diciendo mucho mediante sus letras. En realidad, son seres incomprendidos.

Y no me hagan mucho caso, las Jirafas, tal vez, también sean “raras”, “locas”, “marihuanas”, “borrachas”, “enemigas”, “rechazadas”, “rojas”, “comunistas”, "contrarias"; o tal vez, en el mejor o peor de los casos, solo una especie en peligro de expandirse y expandir la razón de los demás seres subordinados. 

El rey de la selva y su comitiva de crapulentos seres que lo siguen, las detestan; porque aquí, en la selva mexicana, está prohibido pensar…

FIN 

(Dedicado a todos los periodistas asesinados en esta pesadilla llamada "sexenio calderonista").

viernes, 19 de agosto de 2011

La secesión de la soberbia

Deberíamos de discordiar a la discordia, de segregar a la soberbia, de mandarla diréctamente a una secesión sempiterna... -Es lo que piensa Jenny cada que cruza "la frontera" para enriquecerse y también, porqué no, para terminar de seguir enriqueciendo a los de por si ya enriquecidos vecinos "del norte" y con su sola presencia.- Ella ostenta los recursos "necesarios" para hacerlo sin ningún problema, y por antonomasia, erige su libre derecho de llevarlo a cabo sin necesidad de trámites a todas luces vergonzosos e indiscriminatorios que se le imponen a otros. Ella posee la "doble nacionalidad". 

Si nos detuviéramos a pensar por un momento acerca de la insultante nimiedad e insignificancia de lo que representamos como planeta, (no digamos como seres humanos) dentro de este vasto Universo, terminaríamos por comprender que la soberbia de algunos por sentirse dueños de algo, es igual de ridícula y sin necesidad de hacer la mínima de las comparaciones. No existirían las "fronteras"... -Espeta hacia sus adentros-

Jenny es una persona de acciones simples, buenas y eso la lleva a pensar que no necesita de credo alguno. En realidad va por el camino correcto y sin saberlo, actúa como todos deberíamos de hacerlo. Lo desconoce, pero en el fondo de su ser se siente segura de creer sin temor a equivocarse, que las buenas acciones equivalen a una oración sin palabras que escapa y a la vez contiene, todas las filosofías, todas las ideologías, todas las religiones.

Jenny, como todos nosotros, no descansa en buscar ese complemento que nos hace falta para terminar de llenar el hueco con el que nacemos, con el que llegamos a este mundo. Ella no lo sabe, ¿quién lo sabe?

Y así mismo, sin saberlo, se conduce al más puro estilo de Los amorosos de Jaime Sabines:

"Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida."
  

Jenny es mi amiga, agradezco su amistad; y aunque en ocaiones parezca que la descuido, no es así. Como muestra, este escrito dedicado a ella, y solo a ella...

FIN 

jueves, 18 de agosto de 2011

Ataviados por los prejuicios

Raro, loco, diferente, grosero (por ser honesto), "inteligente", Jipie, borracho, marihuano, "tú que lo sabes todo", y demás etcéteras, es el catálogo de adjetivos calificativos y demás semi frases inconexas y agraviantes que le recetan a las personas que solo quieren ser si mismas. Eso sí, somos unos chingones para ver en el ojo ajeno la paja escondida y no el tronco caido y atravezado en el propio.

 Es más fácil arrastrarse que volar, eso es indiscutible. Cuando de repente te vistes de manera por así decirlo "inusual" y alguien conocido te dice: "¡qué bien te ves!", el mensaje que te manda es el siguiente: "Me agrada tu apariencia, tu ropa, esa prenda nueva y costosa que portas en este momento, el arquetipo que representas hacia mi gusto, me gusta lo que quisiera que fueras para mí, etc., etc., etcétera..."

¡Chinga'os!, tan lindo e igualmente inusual sería que dijeramos lo siguiente: "No te puedo decir que te ves bien porque siempre veo en ti a la misma persona honesta y sincera. Es más, estoy seguro(a) que en realidad tú haces ver bien todo lo que te pones..." Al menos, y por breves segundos desafiaríamos a los malditos convencionalismos.

Nos encontramos ataviados a los prejuicios y me incluyo. No por experimentarlos de igual manera, pero digamos que solo para ser solidario con todos aquellos que sientan en el fondo de su ser lo que están leyendo. El mundo en el que vivimos es uno, sí!, la vida que vivimos es una, sí!, pero no por eso debemos desperdiciarla a lo pendejo.

¿De qué nos sirve estar al pendiente de las demás personas y no ocuparnos de nuestra propia existencia? La verdad, ¿de qué nos sirve? ¿a poco el hacerlo o no, va a cambiar nuestras vidas? El mundo es bueno, la vida un poco más... ¿Porqué no agradecerlo en lugar de perder el tiempo en pensamientos inútiles?

En ocasiones me imagino futuros cataclísmicos de esos que tanto le gustan a los gringos en sus películas y que nos deparan un atróz final para todos. Si, para todos... y así como los imagino, en ocasiones los deseo: me gustaría que al igual que el cuento tonto, bíblico, apocalíptico y más bien conocido como el armagedón, se convirtiera en realidad. Imaginémoslo: Lumbre, metéoros siderales cayendo del cielo anunciando el fin de la humanidad, destruyéndalo, mejor dicho.

¿Se lo imaginan? A mi me daría mucho gusto, me parecería uno de los actos más democraticamente justos en esta tonta historia que hemos construido. Si eso sucediera en cualquier momento, recibiría el castigo "divino" con gusto. Al menos me retiraría de este universo como el ser humano que a diario me esfuerzo en ser y no como el simple mono desnudo en que se empeña en ser la mayoría de la gente que me rodea... Y si, soy diferente, loco, simple, raro... ¿qué más? Los invito a juzgarme en razón a sus prejuicios...

FIN.

martes, 16 de agosto de 2011

Aferrados a nada

Quien no entiende y tampoco comprende que su existencia por si misma es mágica, termina revolcándose cual vil puerco en el lodo de las aspiraciones falaces, de las ambiciones simples y de los intereses mundanos... -discurría Roberto después de enterarse que una exigua amistad, había optado por ese tipo opciones-.

Susana es el nombre de la susodicha exigua, extinta e insignificante amistad olvidada; hacía un par de meses que Roberto se había molestado con ella. Traiciones que parecen simples y antagónicas detonaron el hecho que para él, constituían una falta mayor: Cuando se traiciona la confianza en las palabras, se traiciona toda confianza dentro de una relación, cualquiera que sea entre personas. O somos, o no somos. No existen puntos intermedios para con nosotros los seres humanos... -fueron sus últimas palabras antes de decidir terminar con dicha amistad-.

La sociedad no es más que una verdadera marranada que nos bombardea con basura ideológica y mensajes sencillos, simples, que rayan en la más vulgar de las ambigüedades. Roberto piensa que debemos de entender que cada quien ostenta el poder ineludible de hacer lo que le venga en gana con su existencia, pero tampoco termina por comprender que la vida es más que dilapidar dicha existencia en terminologías llanas y compatibles con un edonismo filosófico barato.

De vez en cuando pregunta por Susana, se entera de primera mano de lo que está haciendo con su vida y todo porque no termina de decifrar esas miradas furtivas que ella le lanza cada que se lo encuentra o puede verlo de frente. Roberto escudriña los vacíos para no cruzar su mirada con la de ella, impugna, se opone, pero no deja de pensar dentro de su ser que debería de hacerlo y después de recapacitarlo se pregunta: ¿para qué? ¿para qué Roberto?

Susana no es mala, Roberto piensa que solo está confundida por no terminar de entender que el mundo es más que dinero, que es más que un auto último modelo o la ropa de moda que se exhibe en esos aparatosos centros comerciales caros que te invitan a gastar en lo que no necesitas y que terminan por convertirse en la mejor opción para compensar los vacíos. 

Aparte de salir con dos tipos y autoengañarse a si misma, Susana sigue pensando que su triángulo de traición la hace parecer "maquiavélica" por la actitud con que lo platica.

¡Vale madres!, si supiera jugar ajedrez o al menos se interesara por saber quién fue Juana de Asbaje o Rosario Castellanos, me cai que rectificaba su camino... ¡Y no digamos que leyera El Príncipe de Nicolás Maquiavelo!  

Roberto se engaña, se sigue engañando pensando que Susana cambiará algún día. En el fondo traiciona sus propias conjeturas acerca de permitir que sea para si misma lo que desee ser para si misma y también porque en el fondo de su ser, espera un final feliz como esos que solo suceden en las películas "joligudenses".

En ocasiones su razonamiento lo invade, Roberto acepta las realidades y recuerda la vez en que le pagó a una señora un jugo de naranja, ¿cuánto le debo? -preguntó Roberto- siete pesos... Él le dió doce pesos a la señora, esperó que ella  lo corrigiera y al percatarse que no lo hizo y se embolsó rápidamente el dinero y decirle, "gracias", se dijo así mismo: ¡Qué lástima!, por cinco pesos... ¡Qué desilusión! -Eso mismo piensa de Susana, pero recordémoslo: solo cuando su razonamiento lo invade...

¿Porqué nos aferramos a nada? -se pregunta y piensa Roberto- Así deberíamos de pensar y preguntarnos siempre.

FIN

martes, 9 de agosto de 2011

Apegados a lo irreal

Todo cuanto existe en esta sociedad es fingido, adulterado y simulado; pensaba hacia sus adentros Damián. La noche anterior había convivido con varios de sus amigos, o mejor dicho, compañeros de trabajo y la resaca que experimentaba en esos momentos, solo le daba para pensar en un buen trago que aliviara los síntomas propios de quien se ha excedido en los excesos del alcohol.

Cada quien le da sentido a su vida como puede, pero ¿porqué no hacerlo leyendo un buen libro o viendo una película chingona? 

Damián es un tipo práctico que no se clava en pensar más allá de su propia existencia, le molestan las personas que de una u otra manera buscan a toda costa la aprobación de los demás y que aparte intentan desacreditar a otras por medio de comentarios pendejos casi salidos de una vulgar telenovela; también le encabrona que la gente trate de despertar sentimientos autocompasivos en uno que otro comentario que hacen para conseguirlo. Qué güeva, neta...

Si la gente no se clavara tanto en ver lo que hacen los demás, comenzarían a liberarse de ese maldito apego a lo irreal. Pero bueno, al menos el que no hablen de uno equivale a ser peor que hablen mal de uno...

Todas esas reflexiones las concebía días después de dicho convivio y más propiamente por haberse enterado de los comentario hechos hacia su "alcoholizada persona": "que si estaba muy pedo", "que si tomó demasiado", "que si así se iba a ir", "que si..." ¡Pinche gente! Si no hubiera tomado, hubieran dicho que qué mamón y aburrido, es más ¿pa' qué compraron alcohol? ¡jah! El que toma vino, se emborracha, ¿o no? Jojo.

¡Qué mamadas!, neta que eso sucede por alimentarse de telenovelas, reality's show, futbol, revistas de chismes, más pendejas telenovelas, programas de chismes de la farándula y música de esa plagada de letras pendejas y atiborradas de sentimientos inútiles. Para la otra mejor me meto en la cantina de peor reputación, de esas mal llamadas de "mala muerte"; al menos ahí los borrachos entran para encontrarse con sus propios demonios y para fraternizar con los de los demás, ¡oh, sí!

jueves, 28 de julio de 2011

El país de los locos

En el país de los locos todo se encuentra al revés, nada tiene sentido:

En este país no existe la televisión; bueno, si existe, pero solo ostenta un canal que transmite todo el día estática y de vez en cuando unas líneas horizontales y de colores que emiten un "piii..." que no deja de escucharse todo el tiempo (bueno, solo deja de escucharse cuando se le apaga). Sus habitantes ven demasiasdo divertido el aparato porque les hace imaginar un sin fin de variados elementos y demás cosas.

Los políticos en este país son demasiado sensatos. Llevan a cabo sus actos de campaña en un completo silencio y hermetismo. No gastan un solo peso y no emiten ni una sola palabra, así qué, olvídense de promesas y demás situaciones enajenantes que solo sirven para maldita la cosa.

En el país de los locos no existe la riqueza, los residentes del mismo decidieron que dicha situación "socio-económica", carecía de sentido y era igual de insultante que la pobreza, así que decidieron erradicarla de su patria... ¿Cómo? ¡Están locos! Nosotros no, y por lo tanto, no debemos interesarnos en las formas y los porqué.

Todos dentro de esta nación, tienen su lugar y sentido. A fin de cuentas la palabra "loco" proviene del latín "locus" que significa "sitio" o "lugar". Eso es de las pocas cosas que tienen "sentido" en este país extraño para nosotros. A ellos nadie les ordena lo que tienen qué hacer o como deben de actuar... ¿Esto último sigue teniendo "sentido" para nosotros? Bueno, lo importante es que locos, como son; aparte son libres y eso constituye uno de los mejores y más grandes de sus logros.

Los niños son libres de hacer lo que desean, no van a la escuela y se les permite, a ellos mismos, que sean para sí mismos sus propios maestros y de paso, terminen por enseñar a sus padres y demás adultos a recordar que también poseen imaginación y creatividad en cualquier momento, constante e invariable. Esta práctica se ha convertido en casi una ley, no escrita, por supuesto, y que se mantiene inmutable e inamovible. Es de las pocas cosas que se permite llevar a cabo en todo momento y en todo tiempo dentro del país.

El país de los locos es ingente. Enchido de toda la variedad concebida por nuestra imaginación y con muchas, muchas cosas más que no terminaría por describir en este cuento. A la entrada de sus límites geográficos, se encuentra la siguiente leyenda de bienvenida:

"ESTE ES EL PAÍS DE LOS LOCOS. SEAN TODOS BIENVENIDOS Y NO EXPERIMENTEN ESTUPEFACCIÓN ALGUNA, AQUÍ TODO ES POSIBLE. SOLO NO PIENSE, ACTÚE Y LLEVE A CABO LO POSIBLE POR SEGUIR SIENDO FELIZ. PRECAUCIÓN: ¡PERMITIDO PENSAR MÁS ALLÁ DE "LA RAZÓN" Y DE TODO LO IMPUESTO!".

FIN

domingo, 24 de julio de 2011

Dios y "El Calabozo"

Basado en un hecho real:

El sol despunta en la mañana de una pequeña comunidad mexicana del estado de Guanajuato, Pénjamo para ser exactos y su nombre, "El Calabozo". Los hechos se sucitaron la noche anterior, o más bien, en la madrugada de hoy. Por cierto, esto es un cuento y como tal, se escapa de cualquier anacronismo: hoy puede ser ayer y mañana hoy.

Las pequeñas asesinadas podríamos decir que se encuentran en el cielo... ¡Pfff! Lo cierto, es que fueron brutalmente asesinadas, sí, así de simple y real, . Dos pequeñas vidas fueron extinguidas gracias a la estulticia e ignorancia de un grupo de seres humanos que optaron por su fe, por sus creencias y no por la razón que se supone debería de gobernarnos.

Aquí los detalles: 7 meses de nacida ostentaba la primera de las víctimas, la segunda, 13 años de edad. El "diablo las poseía", según la autora material e intelectual del crímen que se encontraba rezando, cuando la menor de las víctimas comenzó a llorar. Esa fue la chispa que encendió la mecha que después detonó la peor de las explosiones que puede llevar a cabo un crímen: INGNORANCIA CONCEBIDA POR EXALTACIONES RELIGIOSAS. ¡Puta madre! Los niños no tienen la culpa de nada y entiéndase como nada, lo que realmente somos, queremos o aparentamos ser en este perro mundo esculpido por las apariencias.

Cuerdas y piedras para la mayor de las víctimas, machetes para destazar a la pobre nena de 7 meses de nacida y así silenciar el llanto que la vieja asesina y pendeja concebía como una interrupción diabólica de sus pendejos rezos y alucinaciones por creer haber reencarnado a la "Virgen de Fátima"... ¿Quién putas es esa virgen? (¡!) (Se pregunta el autor de estas líneas y con "todo respeto").

Eso no fue lo peor, 9 adultos, integrantes de la misma familia, participaron en el atróz crímen. Todos bajo la orden de la demente matriarca religiosa. Todos, bajo el pendejo concepto de "asesinar" a "lo malo" con "lo bueno"... ¿Qué putas es bueno y qué putas es malo? ¡Maldita ignorancia!

Dios, así como el Demonio, habitan dentro de nosotros. "El Calabozo", somos todos y no quiero preguntar "¿quién les dará tregua?" ¡no!

Como seres humanos que somos, como seres maravillosos que somos, ¡no demos tregua a tales entelequias! ¡compartamos! ¡abramos nuestras mentes! ¡existe algo más! ¡hay algo más! ¡Descubrámoslo! ¬_¬'

FIN

jueves, 21 de julio de 2011

La pata del dinosaurio

La prehistoria terminó hace mucho tiempo -explicaba el gurú a sus discípulos-. Dentro de esa etapa de la historia o vida y de lo que denominamos como "nuestro" planeta hoy en día, existieron seres vivos de todas formas y colores; a la mayoría de ellos la denominamos en tiempos por así decirlo, "modernos", como dinosaurios. Los dinosaurios habitaron el planeta durante 160 millones de años hasta que se extinguieron.

¿Alguien me puede decir lo que sucedió con ellos después de su "extinción"? -preguntó a sus discípulos, pero nadie se atrevió a contestarle y prosiguió después de unos segundos de silencio-.

Los dinosaurios, al igual que los demás seres vivientes de esos tiempos remotos al extinguirse, solo terminaron alimentando a la maravillosa aventura que hoy en día llamamos vida y de la cual gozamos en este preciso momento. Todos los seres vivientes de esa época, al morir, terminaron por desintegrarse en pequeñas partículas que alimentaron la tierra, el agua, el viento y todo el hábitad constituido anacrónico y perpetuo por sí mismo. -Proseguía el gurú ante la mirada cada vez más absorta de sus discípulos-.

Como verán, la vida se abre camino por si misma, nadie ni nada puede detenerla y al transcurrir del tiempo evoluciona con la evolución misma para seguir creando seres cada vez más maravillosos. Lo que ayer fue, sigue vigente hoy en día en nosotros y dentro de nosotros y como "nosotros", entendamos el todo... -En este momento el gurú fue interrumpido por discrepancias e interrogantes de uno de sus discípulos-.

Maestro, no es mi deseo interrumpirlo o contradecirlo, ¿pero qué tiene qué ver todo lo que nos está diciendo con la pregunta acerca de Dios que le formulamos en un principio?

No es interrupción y no tengo porqué molestarme mi querido discípulo, al contrario -contestó el gurú y prosiguió-: si les he platicado todo ésto, es solo para que sepan que dentro de si mismos y dentro de todos nosotros mismos, habita una pata de dinosaurio. Esa pata de dinosaurio se extinguió a la par de su dueño hace mucho tiempo y no encontré mejor y más simple ejemplo para explicarles su pregunta acerca de Dios.

El Universo que habitan en este momento es totalitario, dentro de él no existe el tiempo, no existe el pasado, tampoco el presente y tampoco el futuro. El Universo es un todo que se acapara así mismo e incluye a todos nosotros. Dentro de él no existe tampoco la vida, tampoco existe la muerte. El Universo lo es todo y nosotros formamos parte del mismo: aquí, en este momento presente, ayer, mañana, siempre... -Teminó el gurú su clase del día-

Dios lo es todo y nosotros también. Dios habita dentro de nosotros y por lo tanto, somos parte de él y él, parte de nosotros. Quien no termine por entender esta simple premisa, mañana seguirá haciendo la misma pregunta y dudará de la más valiosa creencia que se traduce en creer en sí mismo. Vayan en paz, descansen, mediten, agrdezcan un día más de vida y compartan sus conocimientos, no hay más. La clase a terminado... -Éstas fueron sus últimas palabras al respecto-.

FIN

viernes, 15 de julio de 2011

Las sombras de siempre

Me despierto, apago el despertador y preparo la ropa que he de ponerme en el momento. No me gusta decidir dicho incidente desde la noche anterior, ¿para qué?, ese momento lo utilizo para analizar brevemente lo que hice durante el día. ¿Para qué estropear tales reflexiones en nimiedades simples y boberías nefastas? "¿Qué me pondré mañana?", ¡Patrañas!

¿A poco no se pierde tiempo y se matan neuronas en balde con esos simples pensamientos que tal parecen "inofensivos"? Mejor me los ahorro y los invierto en algo más, (por así decirlo) en algo más efectivo para así darme cuenta de lo que sucede a mi alrededor y en mi interior que es más importante.

Mentiría si no dijera que cometo tonterías a diario; pendejadas de diferente y distintas categorías... y todo por no terminar de dominar al cabrón ego que se encuentra allí, dentro de uno mismo y a la espectativa, siempre listo para boicotear "el buen comportamiento" que uno desea llevar a cabo.

Al salir y "encender" el auto, solo llevo dentro de mi consciencia el hecho de llegar con bien a mi destino: lidiar con tráfico, con más tráfico y con uno que otro ser inconsciente que maneja del nabo. No importa, el día ya sea lluvioso o soleado, no deja de ser día, uno nuevo que estoy viviendo.

La carretera se convierte en un manicomio de gente que tiene prisa y solo quiere llegar lo más pronto posible a su destino... ¿Para qué? No lo sé, solo los miro como a sombras de mis peores momentos, de cuando me encuentro de igual manera atrapado en situaciones que rebasan mi realidad y que por lo mismo me encabronan y terminan por estropear mis mejores intenciones y bueno, al menos recapacito en ello y hago lo posible por no caer en esa maldita monotonía que comparto con todos aquellos que critico en este preciso momento.

Llegando al trabajo, encuentro lo mismo: seres dominados por la frustración, dominados por la mediocridad de querer "ser algo" y sin aplicar el mínimo esfuerzo por conseguir lo que se desea... y claro está, no todos, siempre existen las excepciones, lo reconozco, pero a fin de cuentas: sombras, solo sombras...

Mi vida es colorida, o procuro que así lo sea para que no se convierta en algo monocromática; me esfuerzo
un poco porque algo dentro de mí me dice que no puedo convertirme en un ser gregario simple y vulgar. No quiero ser una sombra, no deseo convertirme en una de ellas: Las sombras de siempre, las que siempre veo. Bueno, desde mi propia perspectiva y haciendo uso de la palabra "siempre" que detesto por considerarla "totalitaria"...

FIN

miércoles, 13 de julio de 2011

El aislamiento de los incomunicados

¿Hasta qué punto se encuentra una persona "incomunicada"? ¿Hasta qué punto tiene sentido la palabra "aislamiento"? Si nos ponemos a pensar detenidamente en el significado de dichas palabras, ¿qué puede llevar entonces a una persona a pensar que esas dos palabras necesariamente tienen relación? ¿La vida tiene sentido? ¿No podríamos estar equivocados al darle sentido a las palabras que precisamente hemos inventado para darle sentido a nuestras vidas? ¿Qué es la verdad?

La vida no es más que una interminable sucesión de soledades, ¿acaso no llegamos a esta vida y a este mundo, solos y paridos en la oscuridad de un útero materno y a todas luces carente de "colores"? ¿Hasta qué punto comenzamos a desarrollar prejuicios acerca de lo que significa estar comunicados, incomunicados, acompañados ó aislados? ¿De qué manera morimos? ¿Qué es la mentira? ¿Qué color tienen entonces los colores que vemos cuando nosotros precisamente los hemos inventado y dado los nombres a cada uno de ellos? ¿Acaso no cabe la posibilidad de que nos engañemos a nosotros mismos? ¿No estaremos equivocados?

A mi me encanta vivir... ¿Porqué hago tal afirmación? ¿Has entendido? ¿Sí? ¿No? ¿Entiendes o no entiendes entonces? ¿Me has entendido? ¿Qué quiero decir con esto? ¿Sabes a qué me refiero? 

¿Demasiadas preguntas? Faltan muchas y en este espacio no tendrían cabida. Vivir "solo" no necesariamente significa estar aislado; comprendo, entiendo y por lo mismo, me encuentro en la mejor disposición para seguir comprendiendo... ¿Qué? ¡No lo sé! ¿Me puedes instruir al respecto?

Mi mejor amigo en este momento es incomprendido porque vive "solo", por lo tanto, se encuentra "aislado". Yo vivo con él en este momento presente, la sociedad dice que soy igual a él... No lo creo, por simple lógica y sentido común, le hago compañía y ya somos dos, rompemos el esquema, así de simple.

¿Quién estando en compañía de "otros" se siente realmente acompañado? ¿Quién de los que leen esto no se sienten aislados en compañía y rodeados de esos mismo "otros"? ¿Qué queremos? ¿Qué deseamos? ¿Quién me puede decir que me encuentro equivocado? ¿Quién sabe si tengo la razón? ¿Quién?

El verdadero aislamiento y la verdadera soledad, es la que experimentan todos aquellos que no saben y no han aprendido a convivir consigo mismos...

FIN

miércoles, 29 de junio de 2011

El cosmos del curioseo

El mundo se ha vuelto curioso. Todos y cada uno de sus habitantes han terminado por contagiarse de tan impertinente ejercitamiento; la dispocisión, de repente, parece constituir el complemento absolutista, casi dictatorial por descubrir lo nuevo que podría encontrarse dentro de lo nuevo y claro está, entendiendo como "nuevo", a todo aquello se encuentra a la espera de ser descubierto.

El contagio por tal afición, terminó por convertirse en una epidemia que contaminó a todos. Los seres humanos parecen zombies ahora, pero zombies realmente vivos, regocijantes de vida y no como esos "muertos vivientes" de la ficción terrorífica caminando sin rumbo fijo, ávidos de glotonería cerebral, carne humana para alimentarse y sin saber realmente qué es lo que quieren. ¡Sí!, así igual que como los vemos en las películas y que nada tiene de diferente a la realidad que se vive fuera de este cuento en donde los humanos coexisten de igual manera. En la vida "real", pa' que me entiendan.

Los primeros infectados de tan afortunado suceso, fueron notables por detener el tráfico en una de las arterias de mayor circulación vehicular. ¡Casi ocasionan un accidente!, una carambola de vehículos automotores cuando decidieron parar sus autos simplemente para contemplar, absortos, la maravilla que ostentan dos caracoles al deslizarce plácidamente en su andar y "a gran velcidad". -¡No mames! ¡Qué chingonería! ¿Te habías dado cuenta de la estela plateada que deja la baba cuando se seca, de este par de cabrones?- Le compartía con tan soez interrogante, uno de ellos al otro.

No tardaron en sumarse a tal acto sin importancia, toda una multitud de enardecidos conductores para extender su incomformidad a ese par de irresponsables; (y con la seguridad de reprenderlos enérgicamente), decidieron hacer... ¿Qué iban a hacer? Olvidaron por completo su cometido. Al llegar al lugar de los hechos e infectarse por el contacto cercano de los ya curiosos infecciosos (que casi ocasionan el accidente), sucumbieron de igual manera.

Uno de ellos se mantuvo renuente para no sucumbir a la locura de los demás contagiados; esa misma renuencia lo llevó a mirar el cielo nocturno. Ese simple acto lo inmovilizó, lo conmocionó y comenzó a preguntarse si las estrellas que miraba, solo resplandecían con luz visible porque esa luz que veía, ahora la escuchaba. -Las estrellas no solo las vemos, si se dan cuenta, también se pueden escuchar- Le decía a los que se encontraban a su alrededor y sin importarle si realmente lo escuchaban.

-¡Ya las ví! ¡Ya las escuché!- Decía el que se encontraba a su lado -¡Y también tienen olor! ¡Esas estrellas huelen a nosotros, a todos nosotros!- Detrás de este par de "locos", una mujer decía: -¿Ya sintieron eso? ¡La Tierra se mueve! ¿Ya lo sintieron? ¡Cierren los ojos y no piensen en nada para sentir!-

Los casos de infección por curiosidad, siguieron y prosiguieron en un eterno etcétera. Imagínenlo ustedes mismos, sean curiososos.

Cosmos, en griego, es más o menos lo mismo que cáos. La gente a perdido la cordura, el planeta se encuentra inmerso en una interminable sucesión de ilusiones, de soledades, de nadas, de vida real. La curiosidad gobierna en estos momentos y ese simple hecho alivia de cierta manera la verdad inescrutable de los enunciados anteriormente descritos. 

La curiosidad, rejuvenese, vamos a darle cabida. ¡Qué si no otra cosa le puede dar sentido a nuestras vidas! (¿?) La curiosidad nos mantiene vivos. 

Yo creo que viviré dentro de este cuento; lo he decidido...

FIN

sábado, 25 de junio de 2011

El demonio

Basado en un hecho real:

El demonio habitaba su casa, no cabía la menor de las dudas. Al despertar, el dolor que sentía detrás de su cuerpo, en su espalda, solo establecía que no había sido una pesadilla como lo pensaba, y menos aún cuando ese dolor lo sentía físicamente. Se dio el valor de ir al espejo para revisarse y ver con sus  propios ojos, absortos e incrédulos, que los moretones y rasguñoz eran reales, palpables y que evidenciaban una terrorífica realidad que no terminaba por concebir en su mente lógica.

Cuatro "Padres Nuestros" constituían la oración en las horas nocturnas para salvaguardarse así misma, y sin creer realmente en dichas oraciones, (entelequias recomendadas por un sacerdote), las recitaba fervientemente antes de dormir. De nada sirvieron, su suplicio la perseguía en cada anochecer, después de dormitar y caer rendida por el sopor. 

Los psicotrópicos auto-recetados parecían dar mejores resultados, pero solo por breve tiempo. Dichos medicamentos solo funcionan para atender a personas con problemas "maniaco-depresivas", y ella no lo era. Su madre la instaba siempre a seguirlos tomando porque, de cierta manera, aliviaban su sufrimiento.

Cuatro años pasaron entre oraciones, medicamentos, psicólogos, psiquiatras, más medicamentos, más oraciones, el internado en un hospital psiquiátrico, camisas de fuerza, cuartos acolchonados, otro tipo de medicamentos "experimentales" y demás etcéteras. Los resultados seguían siendo los mismos: cada noche, al dormir, recibía el castigo iracundo de un demonio eufórico y cada vez más vigoroso en su tarea nocturna por causarle daño.

Agobiada por tales tormentos, una noche se decidió por escaparse del hospital psiquiátrico. Su entendimiento no daba para más, su racionalidad la confundía y ya no sabía distinguir entre lo falso y lo verdadero. El encierro en dicha institución, constituía una compensación inexplicable que se traducía en dos demonios: uno que la atormentaba de día y otro que se regocijaba con ella todas las noches.

Al encontrarse en "libertad" y fuera del hospital psiquiátrico, llevó a cabo el ritual de todos aquellos que se encuentran inmersos en la desesperación: la angustia y la desesperanza por aliviar el sufrimiento inconcebible que se radicaliza y se traduce en un estúpido acto de valor por quitarse la vida propia; ella, se suicidio... Apareció en los diarios de corte amarillista al otro día, los encabezados decían lo siguiente: 

"ACTO FATÍDICO DE ENFERMA MENTAL CONMOCIONA A LA LOCALIDAD AL SUICIDARSE COLGADA CON ALAMBRES DE PÚAS QUE RESGUARDAN EL HOSPITAL DONDE SE ENCONTRABA INTERNADA ANTES DE SU FUGA" (sic) (Stultus vindemia!!)

Su madre "llora la pérdida" de la hija, pero tres días después, recibe una cuantiosa suma de dinero resultado de una herencia del padre biológico (fallecido hace 5 años) de la hoy occisa. El testamento dictamina lo siguiente:

"(...)para mi hija, que no me conoce, ni me ha conocido, dejo la cantidad de... y las propiedades concebidas por mi persona, (dictadas en este testamento) en vida, para que sirvan de sustento por los daños ocasionados y los derechos que le negué al no reconocerla como tal. Si ella no se encontrara (sic) presente en la lectura de este documento, por hallarse molesta y decidir no aceptar mis dádivas traducidas en un arrepentimiento, dejo los presentes patrimonios a su madre biológica para que les dé el mejor uso que su amor por ella, ha de sustentarle por haberla educado sin mi presencia. Sea ésta mi última voluntad(...)

La madre se encuentra ante el notario, llora, (sus lágrimas histriónicas son merecedoras de cualquier premio a la actuación). Al salir y haber firmado los documentos necesarios que le otorgan los derechos como albacea, esboza la más perversa de las sonrisas. Lo demás, ustedes imagínenlo!!

¿Con cuánta fascinerosa e inescrupulosa facilidad, se puede llegar a conseguir y concebir un fin ambicioso, depravado, perverso y a todas luces terrorífico para extinguir una vida inocente?

No cabe duda, el demonio existe y recide entre nosotros, ¿quién le va a dar tregua? (¡!)

FIN

viernes, 24 de junio de 2011

El sentido de la vida

Para Abigaíl, amiga de una amiga...

-¿Pero qué sentido tiene la existencia cuando te has matado media vida estudiando y terminas siendo simplemente una ama de casa?- Se pregunta la protagonista de este cuento.

Dos años han pasado desde muchas y variadas vicisitudes, descalabros y dolor por encontrar "la felicidad". La vida es injusta, entendámoslo.

Ella sigue atada a los convencionalismos sintiendo que el fracaso la carcome: -No he hecho nada de mi vida, no he explotado todos mis "conocimientos" y sigo aquí, ligada a lo que soy, a lo que decidí ser, pero no me encuentro- Piensa hacia sus adentros sin entender que ese "no me encuentro" (que en el fondo acepta), solo significa un rotundo "no acepto mi realidad".

Abigaíl se siente encerrada, sola, desamparada tal vez, pero no se ha dado cuenta y no termina por comprender que los "encierros" que experimenta, solo constituyen el primer paso para liberarse, para sentirse liberada... ¿de qué? de los propios prejuicios que se ha inventado contra si misma.

Ella misma se ha programado inconscientemente, para vivir la realidad que vive en estos momentos. Es más, ni siquiera se ha detenido a pensar que la vida no tiene sentido. Si aceptara ésta simple premisa, se aclararía muchas cosas.

Cuando Abigaíl termine por aceptar que la vida no tiene sentido y que precisamente nos encontramos PARA ESO, PARA DARLE SENTIDO A NUESTRAS VIDAS a cada segundo, a cada minuto, a cada hora, a cada día, a cada semana, en cada mes y año por el cual nos corresponde VIVIRLA y disfrutarla, entenderá por fin que su existencia tiene y conlleva al mayor de los sentidos:

El estudio, no es lo mismo que el conocimiento, pero si el estudio te lleva al conocimiento y entiendes a éste último como tal, ¿qué esperas? entonces transmítelo... ¿A quién? ¡A tus hijos!

No necesitamos de dinero o posesiones materiales para sentirnos o ser "exitosos". Si la vida te da limones, aprende a hacer limonada (dictamina por ahí una vieja canción). Y si en lugar de limones, la vida te otorga descendencia, hijos a los cuales tienes que dedicarte... ¡Qué mejor! ¡Éducalos! ¡Convierte a esos hijos en buenas personas! ¡En las mejores personas! ¡Construye con ellos tu mejor obra de arte! Eso es lo que necesita en estos momentos éste mundo patéticamente adormecido. Cuando Abigaíl lleve a cabo tales recomendaciones, habrá cumplido con su verdadera misión en este universo "infinito".

FIN

miércoles, 22 de junio de 2011

La emancipación compasiva

A René lo "picaron" las hormigas cuando trató de salvar a una de ellas que, a su parecer, se encontraba sola, desamparada y lejos de su hormiguero. -Es que la quería llevar con sus hermanitas- le dijo a su madre cuando ésta lo atendía de las picaduras.

Gustavo se empeña en regresar al mar todo tipo de vida marina que encalla en las playas cada que la marea sube más de lo normal y deja varadas a tanta variedad de especies en la arena y lejos del agua marina. Toma lo que puede en su playera que convierte en un saco y luego arroja su captura de regreso a esa inmensidad acuífera.

Mercedes es más refinada, protege a las orugas de su jardín y ante la acometida de los depredadores naturales de éstas últimas, las arropa, corta ramas de los árboles y luego las introduce en la seguridad de su cuarto para que cumplan con tranquilidad su metamorfosis. Su mejor regalo, es verlas construir un capullo para después salir del mismo convertidas en hermosas mariposas.

Roberto es considerado un "niño problema" porque siempre se empeña en liberar a los pajaritos que su padre compra para mantenerlos prisioneros dentro de jaulas de alambre. No comulga con la idea de mantenerlos encerrados e infelices. Su empatía, le da para razonar de esa manera y a sus escasos 10 años de edad, ni siquiera sabe el significado de dicha palabra, solo ostenta la seguridad dentro de sí mismo, de que cualquier acto que atente contra la libertad, no es correcto. -¿A poco te gustaría que a tí te mantuvieran encerrado?- Le dice a su padre cada que lo regaña por sus "rebeldías".

Yo era más simple, más básico cuando niño. El dinero que me daba mi madre para gastar en la escuela, y si necesitaba algún "refrigerio", lo guardaba, me aguantaba el hambre y al salir de clases lo invertía en comprar ranas. Guardaba el dinero que me daban y después lo invertía para pagarle a un desconocido que siempre nos aguardaba a la salida de la escuela con peceras atiborradas de animalitos acuáticos. Las ranitas eran lo más barato que tenía, y por consiguiente, lo que se encontraba más a mi alcance para poderlas llevar. Al llegar a mi casa las liberaba a todas en mi jardín.

Como adulto sigo tratando de defender la vida en cualesquiera de sus variedades. Hace poco regañé a un amigo que asesinó a un pobre grillito que se metió a su casa; sintió la solemnidad de mi reprenda por tan nefasto acto y me dijo que no tenía sentido "clavarme" demasiado por defender la vida de un simple bicho. Me encabroné, le platiqué todo acerca de los párrafos anteriormente escritos y le dije lo siguiente: -¿Tú quién eres para decidir la vida de otros seres vivientes y más aún cuando ellos, por antonomasia, les corresponde mayor derecho a existir que a tí y a mí en este mundo?-

Preguntémosle a la hormiga de René, pregutémosle a los animalejos marinos que se empeña en salvar Gustavo, preguntémosle las orugas de Mercedes, a los pajaritos de Roberto, o a mis ranas si es que ¿no tiene sentido la vida y salvaguardarla para que prosiga con su camino? 

Un simple acto de emancipación compasiva tiene sentido; al menos, para estos animalitos, lo tuvo...

FIN 

martes, 21 de junio de 2011

Vinculada a la frustración

María no es una mala persona, solo se encuentra equivocada, vinculada a la frustración. Desde niña, sus padres la trataron como a una princesa, pero nunca le dijeron que no lo era; se les olvidó explicarle que la vida es injusta y que, ante el amor paternal, existen muchas otras circunstancias ajenas que demeritan lo que sienten todos los padres por sus hijos y que ese sentimiento, no se aplica universalmente. Ella creció con la falsa idea de que el mundo debía de servirle, ahí la raíz de sus males presentes.

Ella nunca fue "agraciada físicamente" hablando y eso no importa, ¿cuántos de nosotros realmente lo somos en una sociedad que no mira más allá de nuestro aspecto y cuando la belleza solo se traduce en un simple y vulgar concepto? 

María nunca se "cultivó" en las artes de embellecer "su interior", en alimentar su personalidad, lo que realmente reflejamos con nuestro comportamiento. Hizo todo lo contrario: osada y atrevida en "el arte" de comprar todos aquellos productos "embellecedores" y mágicos que la transportarían al planeta de la aceptación, perdió la mitad de su vida y mucho dinero, mucho dinero. Las revistas del chisme de "la farándula", constituían la sabiduría vulgar para entablar una plática amena en los círculos donde se desenvolvía, y de la televisión, mejor ni hablamos; ésta última se establecía como el mejor de sus maestros, su gurú "educacional". ¿Cuántos "hombres" no "hacemos" lo mismo? (¡!)

María ahora tiene 40 años, se mantiene plácidamente trabajando para una empresa que la remunera económicamente bien, su trabajo, constituye en llevar a cabo lo que le encomienda su jefe inmediato y lo hace bien; le exige los mejores resultados para la empresa y ella los lleva a cabo sin importarle ser grosera y pisotear a quienes dependen de "sus resultados". Su frustración la ha convertido en "un ogro". Es mal encarada, déspota, egoísta, mentirosa, aduladora, traicionera, soéz, etc., y demás adjetivos calificativos que quieran colgarle.

Su jefe inmediato siempre habla de ella como un simple instrumento por el cual recibe "reconocimientos"; y cuando se encuentra "en confianza" (éste último) con sus jefes superiores y le preguntan "¿cómo le hiciste?", el responde lo siguiente: (textual) "Así son todas las pinches viejas feas, son dedicadas y por eso no me gusta contratar a viejas "bonitas y pendejas".

María se siente aceptada, en el fondo piensa que su jefe realmente la nececita, pero no es así. Sus frustraciones la llevan a vivir un mundo imaginario, se cree y se siente indispensable y "respetada", pero la realidad es distante en estos aspectos: "todos" hablan mal de ella, a nadie le agrada, "todos" se quejan de su trato y nadie hace nada por cambiarlo.

<<Éste es un cuento-relato de ficción. Cualquier parecido con la coincidencia, es mera realidad>>

Cuando me paro frente a ella, frente a María, para tratar cualquier asunto que le compete y por consiguiente le interesa a la empresa en la cual los dos laboramos, (sí, es una compañera de trabajo), le esbozo la mejor de mis sonrisas, le hablo con las palabras más cálidas con que un ser humano se puede dirigir a otro ser humano y le pido lo que nececito. El resultado es mágico: ella me contesta desde su escencia perdida con otra sonrisa, y sin "coquetear", guardando distancias, me agradece de igual manera y después me resuelve mi problema sin necesidad de tanto "argüende".

Yo creo que todos, de cierta manera, nos encontramos vinculados a la frustración.

FIN.

sábado, 18 de junio de 2011

Mi personaje predilecto

Mi personaje predilecto es callado, ecuánime, amoroso, grandioso, lúcido, inteligente, soez, fino, cortés, educado, honorable, humilde, honesto, fino, sobrio (y no solo en su actitud). Es sincero, recto, directo, casi rectilíneo. Jamás lo he visto hacer algo que traicione sus propios principios.

A mi personaje predilecto no lo conocí cuando era pequeño, sé poco de su pasado, me hubiese gustado haberlo conocido; solo sé que sufrió mucho para llegar a ser el gran ser humano que es en este momento, y lo que hoy precisamente y sin quererlo, lleva por título este escrito. 

 Tal vez, y también por esas mismas razones, aprendió a amar la vida, a apreciarla realmente.

Mi personaje predilecto no es un santo, pero es lo más sagrado a lo que aspiro ser, a lo que quisiera convertirme. Tampoco es un erudito, pero me atrevo a decir que es la persona más sabia que he conocido en mi vida. Mi personaje predilecto tuvo la fortuna de haber estudiado hasta ¿sexto grado de primaria? No lo sé, lo desconozco, entiendo que aprendió solo a leer y escribir y por lo tanto, se ahorro toda una dósis de "educación formal y corrupta". Él es autodidacta.    

Admiro a mi personaje predilecto, es un gran tipo. Si me pusieran en una balanza a otros grandes personajes de la historia de la humanidad (que admiro), tales como Jesús el Nazareno, Ernesto "el Ché" Guevara y José Saramago, no dudaría en anteponer toda mi razón por defender a mi personaje predilecto, a fin de cuentas y gracias a él, conocí a los tres personajes anteriormente descritos.

Por si no se han dado cuenta (que lo dudo), mi personaje predilecto es: MI PADRE...

En honor a él y solo a él (aunque este escrito coincida con una celebración a todas luces estulta y de "un solo día"), le dedico las siguientes palabras:

GRACIAS POR SER, GRACIAS POR EXISTIR. PORQUE SIN TÍ NO SERÍA NADA; EL DÍA DE HOY SIMPLEMENTE NO EXISTTIRÍA. Y NO ME REFIERO AL HECHO SIMPLE DE QUE ME HAYAS CONCEBIDO; TE AGRADEZCO EL HECHO DE QUE ME HAYAS ENSEÑADO A VIVIR Y A DECIDIR LIBREMENTE MI CAMINO... ¡GRACIAS!

FIN

jueves, 16 de junio de 2011

A la deriva

Para  "Emily", co-autora de lo que lleva por título éste cuento:

El pescador llevaba tanto tiempo en alta mar que terminó perdiendo el rumbo. Se sentía confiado de no haberse alejado demasiado de la costa, pero a la vez estaba consciente de que las mareas son traicioneras y pueden desviar facilmente a una embarcación pequeña como la suya. Tres semanas habían pasado desde su infortunio y comenzó a preocuparse más por la falta de víveres y agua dulce, que por el lapso de tiempo real que llevaba perdido, así es, se encontraba perdido y no lo aceptaba.

La única brújula con que contaba, eran las estrellas nocturnas que no podía observar por culpa de "una manta de neblina espesa que cubría su horizonte de costado a costado"; hacía tanto tiempo que no las contemplaba, que comenzó a pensar en todas esas situaciones fatalistas en las que piensan quienes sienten una muerte cercana e inminente. Optó por dejar de buscarlas aún cuando se despejaba el cielo; su otra brújula, era la melancolía que lo invadía a cada instante, a cada segundo y se traducía en un sentimiento de culpabilidad por todo lo malo que había hecho en su vida.

Pasada otra semana, nuestro pescador dejaba de serlo para convertirse en un náufrago, no cabía la menor de las dudas; cuatro semanas ya constituían una señal de alarma para que sus familiares y amigos (que constituían la mitad de ese pequeño islote-pueblo pesquero) salieran a buscarlo en compañía de la otra mitad "del pueblo" pesquero y apesadumbrado. Es curioso, pero la naturaleza humana, ante una desgracia singular, siempre se transforma en una pluralidad total por tratar de ayudar en algo. ¿Altruismo falso? ¿Egoísmo ético? -¡Da igual!, ¡Que me encuentren y ya está!- pensaba el desdichado.

A la quinta semana, el infortunado protagonista de este cuento ya se daba por muerto, y como tal, había tenido tiempo de sobra para recapacitar sobre su vida, buena o mala y otorgarse un perdón. ¿De qué? Eso solo lo sabe él y hay que respetarlo, no nos compete inmiscuírnos en tan delirantes demonios; tal vez los puso a trabajar y eso es muy respetable, respetémoslo, no somos nadie para juzgarle y menos aún cuando se acepta lo que pocos nos atrevemos a reconocer: que la vida es efímera y la muerte algo que no podemos evitar.

Dos días después, el pescador-náufrago tocó tierra, no lo creía y con las fuerzas que aún mantenía, bajó de su pequeño navío, reconoció la geografía del terreno y entendió entonces que la misma marea "traicionera" que lo había alejado de su hogar, era la misma que lo vomitaba de regreso. El "pueblo" se encontraba desolado, todo mundo se mantenía en su busqueda y la soledad, la soledad se respiraba por sí misma y en toda la superficie de lo que sus ojos le daban para observar, le dolía fuertemente la cabeza. -Ha de ser por la deshidratación- Suponía.

Nada importaba en ese momento, no se sentía feliz, tampoco estaba triste, solo pensaba hacia sus adentros y agradecía el hecho de seguir vivo. ¿A quién? Nunca lo sabremos, pero aquí entre nos, les platico la realidad de este suceso: nuestro pescador jamás salió de pesca, es más, jamás se internó en el mar. El día que pensó haberlo hecho, solo fue porque tres litros de aguardiente lo mantuvieron intoxicado en tan demente alucinación. Sus familiares y amigos solo se mantuvieron a la espectativa para estar seguros de que no cometiera alguna tontería dentro del bote encallado a la orilla de la playa.

Todo fue una ilusión, y si la vida es lo mismo, entonces busquemos crear la mejor de ellas. Nuestro pescador se mantuvo a la deriva, regresó de "la muerte" y no para morirse, renació, solo se renovó después de ese "gran viaje". ¿Y si la vida es solo eso? ¿Una ilusión? ¿Una embriaguéz? ¿Una alucinación? ¿Un "gran viaje"? ¿Estamos a la deriva? Yo creo que sí, pero eso no importa, demasiadas preguntas para responder en un simple cuento...

FIN 

martes, 14 de junio de 2011

La mejor obra de arte

Desde niño le dijeron que tenía talento parar tratar a los animales y comenzaron a manifestarle que debía de ser veterinario cuando grande; a él no le desagradaba la idea, a fin de cuentas amaba la vida en cualquiera de sus variedades y los animalitos, constituían un gran motivo dentro de este catálogo, pero no estaba del todo seguro, él quería ser artista y como tal, crear arte.

La mayoría de los padres siempre cometen el error de querer encaminar a sus hijos a un sueño no realizado por ellos mismos y esto aunado con una sociedad de creencias egoístas y una educación corrupta, terminan bloqueando de cierta manera el libre albedrío de quien desea desde pequeño encontrar su propio camino.

En la secundaria no faltaron los compañeros y profesores que lo convenían para decidirse por una carrera en específico, pero siempre con la reserva de recomendarle la que a ellos les parecía "más conveniente" por la pasión que consideraban mejor para enfrentar a éste "mundo competitivo" y también porque le "harían ganar mucho dinero". ¡Bah!, a él lo que menos le interesaba, era esto último.

Al término de su adolescencia y entrado en la pubertad, sustentaba en su persona más dudas que confianza de lo que realmente quería ser -el mundo es una vorágine con ánsias carnívoras de nulidades y ausencias-, se decía hacia sus adentros y poco a poco comenzaba a desilucionarse de sus perspectivas sin detenerse a analizar, que dentro de su frase por describir al mundo en el que vivía, ya se marcaba y se hacía diferente a otros chicos de su edad... ¿Quién a sus 17 años ostenta semejante discernimiento? Pocos, él conformaba parte de ese "pocos".

Así pasaron los años, trabajaba para mantener sus estudios y estudiaba para conseguir una meta, no quería ser una oveja más del rebaño -al menos, si no consigo mi sueño, me desmarco por completo de ésta maldita congregación de seres ausentes de si mismos- volvía a discernir hacia sus adentros y es curioso, pero en ocasiones la vida y el universo mismo, conspiran sin que te des cuenta que ya están determinando tu destino.

Un par de años después, decidió dejar sus estudios, el dinero y aunque parezca irónico, termina por ser más rentable y estable que el estudio mismo, termina irremediablemente por estrujar y desmoronar aspiraciones, ilusiones de personas que solo desean ser sí mismas. Él no se rindió, decidió ser un autodidacta como el padre que no había conocido y se dispuso a leer, después de leer siguió leyendo y poco a poco, sin darse cuenta, deboraba libros y más libros. ¿De qué temas? De todos, toda la lectura y más aún cuando le encontró un verdadero gusto, no saciaba su curiosidad por seguir descubriendo cosas nuevas y encontrar en esas cosas nuevas, más cosas nuevas para darles sentido y encontrar explicaciones para simplemente exlicarse su existencia.

Ya siendo un adulto mayor, no le importaba trabajar en donde le "dieran lo necesario para subsistir", él seguía absorto en el hábito que se había creado. Visitaba bibliotecas públicas y compraba, cada que podía, un libro que le llamara la atención. Era considerado un trabajador ejemplar en la empresa donde se encontrara; no faltaba, siempre cumplía con sus obligaciones y procuraba no hacer críticas porque no era lo suyo; solo cumplía con lo que le encomendaban y lo más importante, siempre, siempre establecía e instaba a sus compañeros de trabajo, a desarrollar un ambiente sano y placentero para sobrellevar las arduas y difíciles horas que conlleva cualquier trabajo, el que sea.

Él se encontraba contento con su existencia, no tenía mucho, pero al menos ostentaba lo necesario. Desde hace mucho tiempo no pensaba en conseguir su meta de ser un artista y tampoco le preocupaba. Un mal día, de esos que suelen suceder más de vez en cuando que lo que creemos es "más de vez en cuando", llegó un supervisor en turno y le dijo que habían decidido "hacer" un "recorte de personal" (como si las personas se pudieran "recortar") y lo encomendaron a recoger sus pertenencias porque ya no era "necesario" en esa empresa.

El protagonista de este cuento, llevó a cabo el estúpido procedimiento que le encomendaron hacer. Recogió sus cosas y entre llantos y despedidas sinceras por parte de todos aquellos con los que había convivido por muchos años y que de cierta manera constituían lo más cercano a ostentar una familia, se despidió. No derramó lágrima alguna, se hizo el fuerte y las guardó. Pensó otra vez hacia sus adentros -pobre escritor de éste cuento, siendo yo el protagonista, platica en singular y luego pluraliza  "las LAGRIMAS" que me atraganté en la garganta, ¡que alguien le explique la diferencia por favor!-

Después de tan desagrable suceso, se decidió un día a escribir su vida, como él la veía y la vió tal cuál. -¿Y ahora qué?- se preguntó, ya no se dijo así mismo. El protagosnista de nuestro cuento a muerto, pero dejen les platico lo que sucedió antes de su fallecimiento: ESCRIBIÓ LAS MÁS GRANDES Y HERMOSAS NOVELAS QUE PODAMOS IMAGINAR, LO PREMIARON CON UN "NOBEL DE LITERATURA", SE CONVIRTIÓ EN UN SER INMORTAL PORQUE DENTRO DEL LEGADO DE SUS LETRAS, JAMÁS NADIE SE ATREVERÁ A OLVIDARLO. En eso consiste la "verdadera muerte", en olvidar y él, no será olvidado...

¿Fin? ¡NAH! ¿Qué nombre lleva por título este cuento? Ok, Prosigamos líneas abajo para definir el final...

Años antes de morir, "él", entrecomillado y precedente por haber cumplido muchos años y ser como tal un "pronombre personal, o la tercera persona del singular de blah, blah, blah", entendió su legado y sin querer "ser un artista" como desde niño lo había soñado, volvió a discernir: "EL JUICIO QUE TENEMOS DE NOSOSTRO MISMOS, ES MÁS IMPORTANTE QUE TODO LO QUE CREAN CREER DE NOSOSTROS MISMOS. SI LO QUE HICE FUE "DEFECTUOSO", ¡QUÉ IMPORTA!, LO HICE CON AMOR Y EN BENEFICIO DE QUIEN AMÉ Y SIEMPRE CONSIDERÉ MI IGUAL, MI SEMEJANTE, AHORA LO ENTIENDO, PUEDO MORIR EN PAZ".

Al protagonizta de este cuento, quiero que lo recordemos y consideremos por lo siguiente: ¿sus obras? ¿sus novelas? ¿sus escritos? ¡¿cuáles?! ¡ésto es un cuento!  No seámos ridículos...

Nuestro protagonista, al distinguir claramente lo que sentía, sin querer hacerlo, creó LA MEJOR OBRA DE ARTE: DESARROLLÓ SU ALMA Y PARA TAN INGENTE TAREA, TUVO QUE APRENDER A AMARSE ASÍ MISMO...

FIN