Mi personaje predilecto es callado, ecuánime, amoroso, grandioso, lúcido, inteligente, soez, fino, cortés, educado, honorable, humilde, honesto, fino, sobrio (y no solo en su actitud). Es sincero, recto, directo, casi rectilíneo. Jamás lo he visto hacer algo que traicione sus propios principios.
A mi personaje predilecto no lo conocí cuando era pequeño, sé poco de su pasado, me hubiese gustado haberlo conocido; solo sé que sufrió mucho para llegar a ser el gran ser humano que es en este momento, y lo que hoy precisamente y sin quererlo, lleva por título este escrito.
Tal vez, y también por esas mismas razones, aprendió a amar la vida, a apreciarla realmente.
Mi personaje predilecto no es un santo, pero es lo más sagrado a lo que aspiro ser, a lo que quisiera convertirme. Tampoco es un erudito, pero me atrevo a decir que es la persona más sabia que he conocido en mi vida. Mi personaje predilecto tuvo la fortuna de haber estudiado hasta ¿sexto grado de primaria? No lo sé, lo desconozco, entiendo que aprendió solo a leer y escribir y por lo tanto, se ahorro toda una dósis de "educación formal y corrupta". Él es autodidacta.
Admiro a mi personaje predilecto, es un gran tipo. Si me pusieran en una balanza a otros grandes personajes de la historia de la humanidad (que admiro), tales como Jesús el Nazareno, Ernesto "el Ché" Guevara y José Saramago, no dudaría en anteponer toda mi razón por defender a mi personaje predilecto, a fin de cuentas y gracias a él, conocí a los tres personajes anteriormente descritos.
Por si no se han dado cuenta (que lo dudo), mi personaje predilecto es: MI PADRE...
En honor a él y solo a él (aunque este escrito coincida con una celebración a todas luces estulta y de "un solo día"), le dedico las siguientes palabras:
GRACIAS POR SER, GRACIAS POR EXISTIR. PORQUE SIN TÍ NO SERÍA NADA; EL DÍA DE HOY SIMPLEMENTE NO EXISTTIRÍA. Y NO ME REFIERO AL HECHO SIMPLE DE QUE ME HAYAS CONCEBIDO; TE AGRADEZCO EL HECHO DE QUE ME HAYAS ENSEÑADO A VIVIR Y A DECIDIR LIBREMENTE MI CAMINO... ¡GRACIAS!
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario