Debemos reconvertir todo lo que nos han enseñado: Planta un hijo, tén un árbol, lee un pinche libro...

viernes, 10 de junio de 2011

El éxito de los fracasados

El mundo se ha dividido, sus "dirigentes" así lo decidieron cuando creyeron que a quienes consideraban "fracasados", debían de ser separados y excluidos de su "mundo perfecto". Los despidos comenzaron indiscriminadamente dentro de las empresas que dirigían, crearon nuevas ciudades y la sociedad fue dividida, de paso, -comentó uno de ellos- desaparecemos el status socio-económico. Desde ahora en adelante dejaran de existir la pobreza extrema, los pobres, los de clase media y los ricos. Conceptos, todos ellos, incómodos para un mundo artificial que crean los seres ávidos de poder.

A los fracasados les costó mucho trabajo entender la "realidad" y aceptar también que habían sido sometidos a una injusticia, pero asimismo estaban conscientes de que no podían mantenerse en ese estado por mucho tiempo. Las primeras ideas que se les vinieron a la cabeza, fueron las de organizarse y comenzar a hacer lo que cada uno de ellos había aprendido antes de ser exiliados, pero existía un problema, sus antiguos "patrones" seguían monopolizando en su totalidad a las dos sociedades divididas. Ironías de la vida: los fracasados volvían a fracasar.

Así pasaron algunos años, los fracasados sobrevivieron con los ahorros que tenían, pero éstos últimos no durarían por mucho tiempo y comenzaron a pensar en nuevas ideas que los hicieran salir adelante. Nada se les ocurría, se encontraban tan inmersos en seguir experimentando sentimientos de injusticia que se mantenían en un estado de sopor que los aislaba aún más, nada se les ocurría.

Un buen día y después de mucho cavilar en su desgracia, uno de ellos se levanto y dijo: Ya lo sé, no necesitamos seguir pensando en ideas y soluciones para seguir adelante; para que las cosas cambien, debemos de aceptar la transformación de nosotros mismos. Lo que debemos hacer es rendirnos, aceptar la realidad y desmoronar de nuestras mentes, esas ideas locas que nos impiden desarrollarnos.

Y así sucedió, los fracasados dejaron a un lado las morales obsoletas que les habían inculcado desde pequeños y decidieron darle paso a sus nobles deseos, a entregarse por completo a la alegría de vivir y dejar de temer a las amenazas de aquellos que antes los controlaban. Al menos, esto último ya no existía y se traducía en una gran ventaja. Esos hechos pasados no constituían su camino, definitívamente todo sucede en este mundo por una razón y lo entendieron así. Aceptaron con humildad su realidad, recordaron que se encontraban de pie porque ya habían aprendido eso del hecho de haber caído demasiadas veces y por fin las cosas se aclararon, interpretaron sabiamente que para aprender a triunfar, se debe fracasar.

Por otro lado, sus antiguos verdugos gozaban felices de su éxito y se congratulaban por seguir manteniéndolo sin haber aprendido nada, sin ver más allá o mejor dicho, por no querer ver más allá. La comodidad, el temor y la pereza los mantenía hipnotizados.

La vida es irónica, ya lo había escrito con anterioridad, y sucede que el mundo en su totalidad comenzó a colapsar. Junto con él, la sociedad idílica que habían construido los "exitosos" y como es de esperarse, éstos últimos no supieron que hacer al respecto. Mientras tanto, los fracasados no resintieron este colapso de la misma manera, se encontraban de pie y seguros de que si tomaban algo de por aquí, para acomodarlo por acá, andarían por el mejor camino para adaptarse a este cambio radical. La justicia existe, al menos en este cuento...

FIN   

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