Debemos reconvertir todo lo que nos han enseñado: Planta un hijo, tén un árbol, lee un pinche libro...

miércoles, 26 de octubre de 2011

La verdad es solo una mentira más

¡Prístino, original, simple hasta la nimiendad! Así debería ser nuestro comportamiento, de esa manera deberíamos de conducirnos cada día de nuestras vidas porque la verdad, es solo eso, una palabra hueca que ha perdido su sentido e invade los terrenos de lo falaz. Los embusteros gobiernan a éste mundo y el combustible de su andar, es alimentado por la gente ingenua y cobarde por no hacerse respetar.

Vale más una palabra comedida y engañosa, que cualquier hecho contundente; importa más una apariencia hipócrita, disimulada y maquillada, que una realidad objetiva en la búsqueda de la singularidad. La mayoría de las personas solo buscan la aprobación del otro, del otro, siempre del otro y sin importar la falta de respeto que se comete en contra de esa divina individualidad con la llegamos a este planeta.

Sé que no puedo cambiar al mundo, pero a la vez estoy seguro de que no pierdo nada con intentarlo. En ocasiones es más prudente guardar silencio ante la estulticia y evidente busqueda de aprobación de la gente que nos rodea. ¿Quién no se ha sentido incómodo ante la plática de un conocido que opina mierda acerca de cualquier asunto (sin argumentos sostenibles de por medio) y se sabe de antemano que sería una pérdida de tiempo el intentar mostrarle otra ruta, otro sendero?

El silencio es una buen recurso para zafarse, al menos para la gente que se da cuenta de que dicho silencio es insultante por evidente, pero que termina por ser a fin de cuentas, eso mismo: solo una simple salida que lleva a ningún lado.

Tratar de explicar con calma cualquier situación que nos atañe y nos repercute negativamente en la cotidianeidad de la vida que vivimos como seres humanos, resulta igual de ingente. Todo mundo tiene prisa, nadie contempla la calma y mucho menos la quietud necesaria para escuchar algo más allá de lo que una sociedad insulsa nos ha inculcado hasta el tuétano. Es preferible seguir a toda prisa y hacia ningún lado, que detenerse a reflexionar con toda sinceridad para aceptar que en el fondo somos seres quejumbrosos y por lo mismo patéticos.

Bajo estos términos es difícil cambiar las cosas y la verdad, creo que ya sobre-volé esa etapa quijotesca en que quería cambiar al mundo, textual y mágicamente. Diría un gran filósofo griego que si se quiere realizar dicha tarea, debemos comenzar a cambiarnos a nosotros mismos; pero en el país donde vivo, los filósofos de cualquier especie no alcanzan para explicarle a la gente que somos algo más allá que simples monos desnudos.

Hoy, por extrañas razones (motivadas por el comportamiento de gran parte de las personas que me rodean, no todas, que quede claro), recordé a Charles Bukowski y a una de tantas de sus frases heredadas para la posteridad:

"Al carajo con la verdad. El estilo es más importante: cómo hacer una por una cada cosita."

Tómese este escrito como el andar de una de esas "cositas" por hacer y ya de paso, como un tributo a la sobriedad que puede contener tanta crapulencia dentro de un mal llamado "poeta maldito"... ¡Salud!

FIN

viernes, 14 de octubre de 2011

Sexo, Dios y el Diablo

"Sexo, Dios y el Diablo", palabras subjetivas y como tal, relativas, propias, peculiares dentro de la intrínseca psique humana. No entiendo el porqué de que estas tres palabras se rebelen como un llamativo aparador para llamar la atención de los incautos.

Dios, es y constituye un antagonismo sobre el Diablo y visceversa, el cambio de los factores no altera el producto; dictaminan a fin de cuentas, una férrea lucha y conclusión matemática que deja descobijado a un pobre incauto llamado Ser Humano.

El Sexo ejemplifica el siguiente factor que llama la atención y nos atrae de manera inherente... ¿Quién no piensa en él? Ó al menos en su sano juicio: "¡¿Quién no piensa en él?!" (Y no supongamos que un monje budista se escapa ante tal realidad). ¡Todos somos humanos!

Nosotros, los Seres Humanos, somos como cucarachas ignorantes y edonistas a la búsqueda de nada. Nos encanta vibrar entre deseos, de un lado y otro, entre el bien y el mal, entre lo malo y lo bueno y sin detenernos a recapacitar que simplemente nos encontramos a la mitad de una lucha entre dos seres titánicos y a todas luces imaginarios... ¿El Sexo es malo ó es bueno?

Personalmente considero que puedo cambiar de opinión en el momento que lo desee y lo quiera. ¿Por qué no he de poder hacerlo si la materia misma de lo que estoy hecho puede cambiar bajo las leyes de la física y que gobiernan este Universo para convertirse en líquidas y/o gaseosas a su gusto y conveniencia? (Según se necesite).

Dios no es mas que un verbo que conjugamos yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos... entre conjugaciones abstractas... ¿Y con el Diablo? ¿Qué sucede? ¡Es lo mismo!, pasa lo mismo. Solo conjugaciones de verbos entre pronombres personales engañados y convencidos por un ente u otro, según la creencia y el caso.

No lo sé, me encuentro en medio de este par de granujas incongruentes y güevones. Se olvidaron del Sexo, entre su lucha y su conflagración para saber quién se queda con nosotros, se olvidaron de ello. Cuando se dieron cuenta, estimaron con uno y otro de nuestra misma especie, una especie de complot para convencernos de que tal "acto" es "bueno" o es "malo"...

Según mi experiencia y muy personal, el Sexo me conlleva como herramienta para un sin fín de motivaciones que me transladan a algo que escapa de lo bueno y lo malo. Puede ser bueno, puede ser malo, ¿quién lo sabe? Yo lo sé, porque al llevarlo a la práctica, me doy cuenta de que el Diablo es bueno, Dios es malo (¡nada cambia!) y yo decido porque al final de cuentas disfruto de la libertad que me otorga la individualidad que se les escapó por estar disputándonos como en un juego de azar.

El Sexo es como una naranja cuando la comemos, para algunos es agria y amarga, para otros es dulce y acaramelada. La naranja no tiene la culpa y tampoco nadie se encuentra errado o en lo correcto. Una naranja es redonda, nadie puede discutir lo contrario y eso, eso es una realidad que se escapa a cualquier tipo de razocinio...

FIN

domingo, 2 de octubre de 2011

Tiempos violentos

La mañana es fresca, el agua de la regadera es más fría de lo acostumbrado; ése es el termómetro natural que utiliza para descifrar temperaturas ambientales al sentirlas en su cuerpo cada mañana, debajo de la ducha.

El aire fresco al abrir la puerta para encender el auto, constituye la siguiente y monótona etapa de un nuevo día, y claro está, el disfrute necesario de sentir dicho aire fresco frente a su rostro para sentirse vivo, para sentir que la noche anterior que deslumbró en sueños, era solo eso, solo sueños.

La vida en ocasiones y más que en ocasiones, significa un sinfín de definiciones que dan sentido a una o más personas a la búsqueda de nada; a algo parecido a un pescado en estado de descomposición y con los ojos bien abiertos. También existen quienes la miran de la manera contraria, soñadores que terminan fantaseando en demasía y sin poner en práctica sus sueños.

Una mariposa suicida atraviesa la carretera a la espera de chocar contra el parabrisas de un auto y así mismo, ejemplificar con su acto, una metáfora desabrida de lo que sucede en este perro país en donde su puta realidad (junto con la justicia y de la mano) se han tomado unas vacaciones indefinidas.

Aquí pasa de todo y a la misma vez no pasa nada. Ayer asesiné a dos arañas y los grillos brincan alegres acompañados de una plaga que han creado para sí mismos y con mi ayuda; dos depredadores naturales ya no los persiguen. Un candidato a la presidencia municipal de no sé dónde, se prepara para bombardear con promesas a toda una horda de incautos parroquianos.

La vida sigue su curso, huele bien, pero a la vez apesta (¡!), todo depende de cómo se vea, o en el caso de este escrito, se pueda oler. En las escuelas no enseñan nada, excepto a callar, obedecer y eso, en realidad no es aprendizaje. Los árboles se doblan en ángulos de 45 a 38 grados, supongo, por el viento que arrecia sobre ellos.

Las golondrinas no tienen memoria, lo he comprobado. Podrán emigrar miles de kilómetros a la búsqueda de climas calurosos y propicios para su desempeño natural y regresar después, pero son incapaces de encontrar la salida de una jaula con las puertas abiertas en dónde se han metido; hasta parecen humanos.

Hoy no leí el periódico, tiempos violentos atiborran la realidad de este país hermoso. A cambio, decidí escribir este escrito sin sentido, anecdótico y atiborrado de incongruencias. A fin de cuentas, de eso se trata la vida… ¿No lo creen?

FIN